De forma fortuita y buscando información sobre su intervención en la ópera “Simon Boccanegra” que representaba el mes de julio pasado en el Teatro Real de Madrid, descubrí por primera vez que el nombre completo de Plácido Domingo es José Plácido Domingo Embil.

 
 

La curiosidad hizo adentrarme en su biografía, constatando que su abuela paterna, María Ferrer Ripol, procedía de La Codoñera (Teruel) y su padre, vino al mundo en 1907 en Zaragoza (como sus hermanos, Pedro y Enriqueta), porque los abuelos abrieron un restaurante en el Tubo.

 
 

La sangre aragonesa corre pues por las venas del conocido tenor que nació en Madrid en 1941. Este detalle me ha llevado a la búsqueda de datos personales relacionados con Aragón.

 
 

Su abuela paterna, María Ferrer Ripol, nació el 16 de junio de 1881 en La Codoñera y se marchó de joven a servir a Barcelona, como tantas bajoaragonesas, para ganarse el pan, que en su tierra era muy difícil. Trabajó en el Mercado de La Boquería y conoció a su marido, Pedro Domingo, natural de Tordera (Gerona).

 
 

Desde la Ciudad Condal volvieron a  Aragón. Se instalaron en Zaragoza y abrieron la fonda-restaurante que se llamó ‘La cocineja’ y ‘Casa de viuda de Domingo’.

 
 

María, era el apoyo de su familia y de sus vecinos porque llevó a muchas chicas de La Codoñera para que trabajasen en la fonda. Regaló la primera fuente que tuvo el pueblo en la plaza. Era muy activa y adelantada para la época y en el pueblo la querían mucho, cuando lo visitaba iba con toda la familia.

 
 

En 1932 le tocó la lotería y el premio le permitió retirarse a su casa con sus tres hijos y adquirir un edificio en la calle Gascón y Gotor (frente a la casa del Duende). EL local pasó a denominarse “Casa Colás”.

 
 

La guerra civil separó a la familia, Plácido Domingo Ferrer, padre del tenor, estaba en Zaragoza de donde casi no pudo salir. Pasó los tres años de la guerra cantando en teatros como Parisiana y Circo, con una compañía de artistas que se formó entonces llamada Teatro Ambulante en Campaña.

 
 

Cuando acabó la Guerra Civil, viajó a Madrid, donde coincidió en la compañía de zarzuela con Pepita Embil, soprano de Guetaria (Guipúzcoa). Se casaron y en enero de 1941 nació el tenor. A los 5 años sus padres se lo llevaron a México, donde los contrató la compañía de Federico Moreno Torroba (autor de Luisa Fernanda). Se quedaron allí y crearon su propia compañía.

 

Esta el la razón por la que Plácido Domingo se formara musicalmente en México. Debutó en esa ciudad en 1957 como barítono, el destino quiso que fuese con la zarzuela “Gigantes y Cabezudos”, aunque pronto se pasó a tenor.

PLACIDO

 

Las visitas del tenor a Zaragoza han sido: en 1974 cantó ‘Tosca’ y ‘Carmen’  esta última con María Fleta, en 1975 cantó ‘Andrea Chenier’ y en 1976  cantó ‘La Bohéme’  todas ellas en el Teatro Principal y de la mano del agente artístico Miguel Fleta, el hijo del tenor aragonés por excelencia. En 1988 dirigió la Filarmónica de Londres y en 1990 dio un recital por Jaca, ambos en el Palacio Municipal de Deportes.

 
 

Estas visitas de Plácido Domingo a Zaragoza concluían con una cena en ‘Casa Colás’ tras invitar al personal a la función. En 1974 celebraron una fiesta familiar tras asistir a la representación de Tosca.

 
 

Plácido Domingo recuperó la memoria de su abuela visitando la Codoñera el 24 de junio de 1990 con todo el pueblo, tras cantar en Zaragoza en pro de Jaca 98 y aunque afónico, al final cantó una jota. Las escuelas de la localidad llevan su nombre.

 
 

Seguro que si un día decidiese grabar un disco de jota, como hizo con la copla, la zarzuela, la ranchera o el tango, o simplemente cantarla acompañado por una rondalla aragonesa igual que hizo Miguel Fleta, es evidente que íbamos a quedar impresionados.

 
 

Tal vez esa ascendencia aragonesa es la que hizo que eligieran su imagen de jotero para la portada del disco de Romanzas de Zarzuela grabado en 1988, foto que acompaña el artículo.

 
 

Desde estas páginas le animamos a que con el dominio y versatilidad de su voz nos regale el privilegio de oírlo interpretando alguna de nuestras populares jotas, tan majestuosas y atrayentes, tan viriles y al mismo tiempo tan conmovedoras que tan solo con oírlas producen una espontánea y general explosión de entusiasmo. También alguno de los múltiples cantos de bodega,  aurora, mayos, etc, que recogió el maestro Arnaudas en la Codoñera y que incluyó en su Cancionero publicado en 1927.

 

 

 

Porque las Jotas líricas como La Dolores, La Bruja, Gigantes y Cabezudos,  El Dúo de la Africana o el Trust de los Tenorios, las ha interpretado en numerosas ocasiones magistralmente.

 

 

 

Tenemos la suerte de contar con numerosos socios de localidades de la provincia de Teruel próximos a la de Castellón, como es el caso de la Codoñera, de allí son también los abuelos de Raúl, un niño de siete años con una voz extraordinaria a la que acompaña una gran musicalidad, afinación,  simpatía, y un saber estar en el escenario envidiable. Ojala que dentro de algunos años la BBC Music Magazine lo considere también como uno de los mejores tenores de todos los tiempos como a José Plácido Domingo Embil, el tenor por el que corre sangre aragonesa y cuyo nombre de pila empieza por “Jota”.